datos de las manos que teclean

Faros y palabras

Es un faro, me dijo.
 
Traté de explicarle que no podía ser un faro, que carecía de sentido la idea de construir un faro en medio del desierto, a kilómetros y kilómetros de distancia del mar.

Es un faro, repitió.

Argumenté que no había ni siquiera una laguna o un arroyo en las inmediaciones, pero era inútil, no había manera de hacerlo entrar en razones.

Es un faro, insistía.

De acuerdo, concedí. Será un faro, como vos decís. ¿Pero qué diferencia hay en que lo enciendas o te olvides de encenderlo cada noche? Ningún barco surcará nunca las arenas ardientes de este desierto.

No importa, me dijo, soy generativista.
 

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dijo W. BENJAMIN sobre las traducciones

"Así como el tono y la significación de las grandes obras literarias se modifican por completo con el paso de los siglos, también evoluciona la lengua materna del traductor. Es más: mientras la palabra del escritor sobrevive en el idioma de éste, la mejor traducción está destinada a diluirse una y otra vez en el desarrollo de su propia lengua y a perecer como consecuencia de esta evolución."

de Walter Benjamin, "La tarea del traductor", en Angelus Novus, trad. de H. A. Murena, Barcelona, Edhasa, 1971, pp. 127-143.


dijo BORGES sobre las traducciones

¿A qué pasar de un idioma a otro? Es sabido que el Martín Fierro empieza con estas rituales palabras: "Aquí me pongo a cantar - al compás de la vigüela." Traduzcamos con prolija literalidad: "En el mismo lugar donde me encuentro, estoy empezando a cantar con guitarra", y con altisonante perífrasis: "Aquí, en la fraternidad de mi guitarra, empiezo a cantar", y armemos luego una documentada polémica para averiguar cuál de las dos versiones es peor. La primera, ¡tan ridícula y cachacienta!, es casi literal.

Jorge Luis Borges, La Prensa, Buenos Aires, 1 de agosto de 1926.